Con la llegada del calor y el movimiento vacacional, las chinches vuelven a ser las reinas del drama doméstico. Estos pequeños invasores marrones, del tamaño de una semilla de manzana, no distinguen entre hogares limpios o sucios: si encuentran un colchón tibio y una maleta recién llegada, ahí se instalan. Aunque las chinches suelen asociarse a hoteles, hospitales o residencias, lo cierto es que pueden viajar cómodamente en tu maleta y convertir tu cama en su spa personal. Pero no te preocupes, aquí te contamos cómo deshacerte de ellas sin necesidad de llamar al fumigador y ni perder la paciencia.
Aunque parezcan difíciles de erradicar, existen remedios naturales y caseros que te pueden salvar de una infestación de chinches sin necesidad de gastar una fortuna. Uno de los más efectivos es el calor: lava tus sábanas y cobijas a 50°C o más, y si puedes, usa una vaporeta que lance vapor a 180°C para atacar los escondites de estos insectos. Recuerda que también odian el frío extremo, así que si vives en una zona con temperaturas bajo cero, abre bien las ventanas y déjalas sin refugio térmico.
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La lavanda y la menta no solo dejarán tu casa oliendo a spa, sino que sus aromas son letales para las chinches. Usa aceites esenciales en un pulverizador y rocía colchones, almohadas y rincones sospechosos. Otra opción popular es el alcohol isopropílico, cuyo olor fuerte puede asfixiarlas rápidamente. Y si te gusta lo natural, combina vinagre con bicarbonato y aplícalo en las zonas afectadas.
¿Te sorprendieron las chinches después de unas vacaciones? Lo más probable es que las hayas traído en tu maleta. Por eso, al llegar a casa, lava la ropa inmediatamente y aspira el equipaje con cuidado.
Con estos remedios caseros, puedes declararles la guerra de forma ecológica, barata y efectiva. No dejes que estos inquilinos indeseados te roben el sueño… ni la sangre.
