La segunda derrota consecutiva para los Bravos de León llegó con todo el peso de un pitcheo desdibujado y una ofensiva rival imparable. En el Estadio Domingo Santana, la novena del Bajío fue vapuleada 14-3 por unos Pericos de Puebla que no tuvieron piedad y sellaron el segundo juego de la serie con contundencia. Esta nueva caída no solo representa un revés en el ánimo de los dirigidos por Matías “El Coyote” Carrillo, sino que también agrava su posición en la Zona Sur de la Liga Mexicana de Beisbol, donde ahora ostentan un récord de seis ganados por ocho perdidos.

Desde la primera entrada, la ofensiva poblana dejó claro que venía con hambre de triunfo. Un rally de cuatro carreras, coronado por el doblete con casa llena de Eduardo Torrealba, puso a los Bravos contra la lona apenas comenzado el juego. La situación se agravó con el triple productor de Simón Muzziotti, quien no solo amplió la ventaja sino que terminó por descolocar al abridor Faustino Carrera, que apenas pudo lanzar tres entradas y un tercio.

Aunque los leoneses intentaron responder en la segunda con una carrera impulsada por Alberth Martínez, los Pericos no levantaron el pie del acelerador. Juan Santana la botó en la tercera y, para la cuarta, los batazos de Miguel Guzmán y Brayan Quintero ya habían dejado claro que esta sería una noche larga para el bullpen leonés.
Ni la garra de Sandber Pimentel ni los intentos por descontar en la sexta evitaron la catástrofe. Puebla selló la paliza con otro rally de cuatro en la novena, mientras Vladimir Gutiérrez se embolsaba su tercera victoria de la campaña. Carrera, por su parte, cargó con la derrota.

Este domingo, los Bravos buscarán evitar la barrida en casa y salir con un poco de dignidad. Porque si bien una derrota siempre duele, tres al hilo, y ante su gente, podría dejar heridas más profundas de lo que la tabla de posiciones refleja.