En un juego donde las serpentinas fueron protagonistas absolutas, los Bravos de León no lograron romper el cerrojo impuesto por El Águila de Veracruz y terminaron cayendo 1-4 en el Estadio Beto Ávila. La palabra clave en esta noche fue pitcheo, pues durante cuatro entradas completas, Derek West y Orlando Lara ofrecieron un auténtico duelo que mantuvo a la afición al filo de la butaca.

El abridor de los Bravos, Derek West, salió inspirado y logró colgar cuatro argollas con una actuación que incluyó cinco ponches, apenas dos hits permitidos y dos pasaportes. Sin embargo, en la quinta entrada todo cambió con el cuadrangular de Pedro Martínez, su segundo de la temporada, que puso la de la quiniela y marcó el fin de la labor del lanzador estadounidense.

El relevo leonés no corrió con la misma fortuna. Hazahel Quijada y el cubano Osiel Rodríguez permitieron que El Águila ampliara su ventaja en las siguientes entradas. Un wild pitch de Quijada provocó que Herlis Rodríguez llegara al plato en la sexta, mientras que en la séptima cayeron dos más gracias a un sencillo productor de Ricardo Cespedes y un hit de Carlos Arellano.
El único destello ofensivo de León llegó hasta la baja del octavo episodio, cuando Carlos Castro conectó su sexto cuadrangular de la temporada. Un batazo que levantó los ánimos en el dugout, pero que resultó insuficiente para provocar una reacción contundente.

Por Veracruz, Orlando Lara se llevó la victoria con una sólida salida de siete entradas, en las que solo permitió dos imparables y ponchó a diez. Jake Sánchez cerró el juego para firmar su quinto salvamento del año.
Con esta derrota, los Bravos de León quedan con récord de 13 victorias y 18 descalabros en la Zona Sur. Este miércoles buscarán igualar la serie con Adam Wolf en la lomita, mientras que los veracruzanos enviarán a Esmil Rogers como su carta fuerte.