Los Bravos de León soltaron leña con todo en el puerto jarocho, pero ni los cañonazos de Roberto Castro, Sandber Pimentel y Aderlín Rodríguez lograron frenar la embestida de El Águila de Veracruz, que se llevó el segundo de la serie con marcador de 9-6 en el Estadio Beto Ávila. A pesar del espectáculo ofensivo, la novena guanajuatense volvió a quedarse con las ganas, en un juego que tuvo de todo… menos el resultado esperado para los del Bajío.

Desde el arranque, los Bravos se metieron en problemas. Diego Rincones se encargó de poner a volar a los locales en la segunda entrada, remolcando primero a Breyvic Valera y luego anotando una más gracias a un pasaporte con bases llenas. Pero la reacción llegó rápido, Roberto Castro conectó su primer cuadrangular como profesional, y Michael Robles trajo otra para emparejar el marcador. Emoción no faltó, pero sí control en el montículo.

La apertura de Adam Wolf fue tan corta como una llamada de cortesía: apenas dos entradas. El relevo de José Miguel Piña no fue la solución, recibiendo un rally de cuatro carreras que le dio rumbo al encuentro. Los locales no perdonaron, y con batazos de Pedro Martínez, Herlis Rodríguez y Carlos Arellano ampliaron la ventaja sin piedad.

Aun así, los Bravos se aferraron. En la séptima entrada, Sandber Pimentel mandó a volar la pelota con un jonrón de tres carreras, y justo después Aderlín Rodríguez la sacó del parque para poner dramatismo en la recta final. Pero cuando parecía que se venía la remontada, Veracruz volvió a poner tierra de por medio con un batazo largo de Rincones y un hit productor de Sebastián Valle.
Con esta derrota, León se queda con récord de 13-19, masticando el trago amargo y esperando que el debut de Adrián Almeida este domingo sea el revulsivo que necesitan. Tyler Alexander será el encargado de subirse a la loma por los jarochos en el último de la serie.