Los Bravos de León vivieron una noche complicada en el Estadio Domingo Santana tras caer de manera contundente ante los Rieleros de Aguascalientes en el segundo juego de la serie. A pesar de estar en casa y contar con el respaldo de su afición, los dirigidos por el dominicano Miguel Tejada no lograron frenar la ofensiva visitante, que se desató desde temprano con cuadrangulares que marcaron el rumbo del partido.
Aaron Shortridge, abridor estadounidense de los Bravos, apenas logró mantenerse en la loma hasta la tercera entrada, luego de ser víctima de dos cañonazos que encendieron los maderos hidrocálidos. Gabriel Cancel inauguró el marcador y, posteriormente, Alberto Rodríguez y Orlando Martínez sacudieron el parque con batazos de cuatro esquinas que dejaron claro que la noche sería larga para los locales.
El relevo leonés tampoco tuvo fortuna, Carlos Pérez, receptor de los Rieleros, se convirtió en la pesadilla del pitcheo local al impulsar seis carreras, incluyendo un jonrón con dos a bordo en el cuarto rollo. Martínez y Rodríguez no se quedaron atrás y repitieron la dosis con sus respectivos segundos cuadrangulares del encuentro. La ofensiva de Aguascalientes sumó rallies de cuatro carreras en la quinta, seis en la sexta y cuatro más en la séptima.
La única chispa ofensiva de los Bravos llegó con el panorámico de Jermaine Palacios en la sexta baja, rompiendo la blanqueada y encendiendo momentáneamente los ánimos en las gradas. Sin embargo, la esperanza se esfumó cuando el zurdo Adrián Almeida, quien lucía dominante, fue expulsado tras una discusión con el emergente Roberto Castro, quien también fue echado del juego. La pizarra final: 18-2 a favor de los visitantes.
Con este resultado, los Bravos colocan su récord en 24 triunfos y 26 derrotas. Ahora están obligados a buscar el juego de la honra este domingo a las 18:00 horas, cuando se cante el playball en “La Fortaleza”. Por Aguascalientes, será el norteamericano Deylen Miley quien busque sellar la serie.
