En una serie que tuvo de todo menos tranquilidad, los Bravos de León se enfrascaron en una auténtica guerra de batazos contra los Diablos Rojos del México en el Estadio Domingo Santana. Los dirigidos por Miguel Tejada mostraron momentos brillantes y llegaron a saborear la ventaja en varias ocasiones, los capitalinos demostraron por qué son los líderes del sur, al imponerse 10 carreras a 6 en el último duelo y llevarse la serie completita a casa.

Desde la segunda entrada, el juego se pintó de drama cuando Jimmy Kerrigan conectó un doblete matón que empujó a Henry Urrutia y Alberth Martínez, desatando la euforia de la tribuna leonesa. El abridor de los Diablos, Dan Straily, tambaleó y permitió seis carreras limpias en poco más de cuatro entradas, lo que parecía dar vida a los locales. Pero cuando se trata de los Diablos, nada está escrito.
El vuelacercas de Sandber Pimentel en el tercer rollo hizo retumbar el estadio, y por un momento los Bravos parecían tener el infierno bajo control. Sin embargo, la reacción escarlata fue inmediata. Con un julián Ornelas encendido, un Japhet Amador certero con el madero, y un bullpen leonés que no logró contener el vendaval, los capitalinos se metieron de nuevo al juego y terminaron imponiendo condiciones.

A destacar el cuadrangular del cubano Luis Medina, que le devolvió la ventaja a los Bravos en la quinta, pero no fue suficiente. El pitcheo volvió a ser el talón de Aquiles de los leoneses. Adam Wolf, Hazahel Quijada, Carlos Espinal y Osiel Rodríguez fueron sacudidos sin piedad, y poco pudieron hacer para frenar el poderío visitante.
El pitcher ganador fue Nick Bennett, quien sumó su segunda victoria, mientras que Carlos Espinal cargó con la derrota, la primera en su cuenta esta temporada. Con este resultado, los Bravos caen a una marca de 11-16, lejos del ideal, mientras los Diablos siguen encendidos como antorcha olímpica.

Pero no todo está perdido. Esta misma semana los guanajuatenses tienen la oportunidad de redimirse cuando reciban en casa a los Conspiradores de Querétaro.