En el corazón de Dolores Hidalgo, Guanajuato, reposa uno de los íconos más grandes de la música mexicana: José Alfredo Jiménez. Su mausoleo, inaugurado el 23 de noviembre de 1998 para conmemorar el 25º aniversario de su fallecimiento, es una obra de arte que rinde homenaje al legado del “Rey de la Ranchera”.
Diseñado por el arquitecto Javier Senosiain, el mausoleo destaca por su forma de sombrero charro gigante y un sarape multicolor que se extiende a lo largo de la tumba, ambos elaborados con mosaicos de vivos colores. En el sarape se pueden leer los títulos de sus más grandes éxitos, como “El Rey” y “Caminos de Guanajuato”, grabados en pequeñas piezas de cerámica.
Este monumento no solo es un lugar de descanso eterno, sino también un punto de encuentro para admiradores y turistas que desean rendir tributo al cantautor. Cada año, el 22 de noviembre, víspera de su aniversario luctuoso, se celebra una serenata en su honor, donde músicos y seguidores se reúnen para cantar sus canciones más emblemáticas.
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Visitar el mausoleo de José Alfredo Jiménez es una experiencia que combina arte, historia y música, ofreciendo a los visitantes una conexión única con la cultura mexicana y el legado de uno de sus más grandes exponentes.
