En las afueras de León, Guanajuato, se encuentra la antigua Hacienda Santa Rosa, un lugar que, más allá de su arquitectura colonial, guarda una historia poco conocida pero profundamente significativa, entre 1943 y 1947, esta hacienda se convirtió en el hogar temporal de más de mil 400 refugiados polacos que huían de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Este episodio, que dio origen a la llamada “Pequeña Polonia”, es un testimonio de solidaridad y resiliencia que merece ser recordado.
La Hacienda Santa Rosa, propiedad en el siglo XIX del Conde de Valenciana, Antonio Obregón Alcocer, y posteriormente de la acaudalada guanajuatense Concepción Otero, fue seleccionada por el gobierno mexicano, en colaboración con autoridades polacas en el exilio y con apoyo financiero de Estados Unidos, como refugio para los desplazados por la guerra. El primer grupo de refugiados llegó el 10 de julio de 1943, seguido por un segundo contingente el 2 de noviembre del mismo año. En total, mil 453 personas, en su mayoría mujeres y niños, encontraron en esta hacienda un lugar para reconstruir sus vidas.

Foto: Revista Tiempos | Archivo Histórico de León (AHML).
Durante su estancia, los refugiados transformaron la hacienda en una comunidad autosuficiente, establecieron talleres de zapatería, carpintería y sastrería; cultivaron hortalizas y criaron animales; y organizaron una escuela donde los niños continuaron su educación bajo el sistema polaco. A pesar de las restricciones iniciales que les impedían salir del recinto, con el tiempo se les permitió realizar excursiones y participar en actividades en la ciudad de León, fomentando así un intercambio cultural enriquecedor.
Lee también: El legado de Hacienda Corralejo: historia, tequila y cultura
Al concluir la guerra, muchos de los refugiados emigraron a Estados Unidos o regresaron a Polonia, pero algunos decidieron quedarse en México, contribuyendo al tejido social y cultural del país. La Hacienda Santa Rosa, ahora conocida como Ciudad del Niño Don Bosco, continúa con su vocación de servicio, albergando y educando a niños en situación de vulnerabilidad.
Este capítulo de la historia de León es un recordatorio del papel fundamental que puede desempeñar una hacienda no solo como centro económico, sino también como refugio y esperanza para quienes más lo necesitan.
ASÍ LLEGAS A CIUDAD DEL NIÑO DON BOSCO (ANTES HACIENDA DE SANTA ROSA)👇