Cuando todo parecía escrito y los Guerreros de Oaxaca ya saboreaban la barrida, apareció Marco Chicuate con un batazo que hizo rugir el Estadio Domingo Santana. El infielder de los Bravos de León se convirtió en el héroe del último de la serie al firmar un walkoff que dejó helados a los oaxaqueños y encendió a la afición leonesa, dándole a la novena guanajuatense una dramática victoria por pizarra de 6-5 en once entradas.
La escena fue digna de película, con Gilberto Carrera en segunda y Roberto Castro en primera, Chicuate vino con todo al plato. Con sangre fría y buen tino, conectó sólido por el centro del diamante, lo suficiente para que “El Chacho” Carrera despegara hacia el home como si tuviera alas. El estallido en las gradas no se hizo esperar, los Bravos se llevaban su undécimo triunfo de la temporada, y Marco Chicuate se consagraba como la figura del día.
Pero antes del drama final, hubo de todo, los Guerreros golpearon primero, armando un rally en la quinta que parecía sentenciar el juego, con el colombiano Reynaldo Rodríguez aportando con su décimo doblete del año. Sin embargo, los Bravos no bajaron los brazos, en la baja de la quinta, Chicuate volvió a aparecer, esta vez con un doblete que trajo la primera rayita local. Luego, el debutante Ángelo Castellano se robó reflectores con tres producidas, incluyendo su primer jonrón en la décima entrada para empatar el juego.
La victoria fue para Carlos Espinal, quien colgó el cero en la onceava y se apuntó su segundo triunfo de la campaña. Erick Casillas cargó con la derrota para Oaxaca. Con este resultado, los Bravos ponen su récord en 11-13 y se declaran listos para recibir este viernes nada menos que a los Diablos Rojos del México.
En una noche de béisbol puro, Marco Chicuate no solo fue el héroe, sino el responsable de que el rugido de los Bravos se escuchara hasta la capital.
