Lo que comenzó como un viernes cualquiera terminó con 69 personas tras las rejas por una razón muy clara, ebriedad al volante. El operativo “Salvando Vidas”, desplegado en diversos puntos estratégicos de la ciudad, dejó claro este fin de semana que la fiesta, si no se mide, puede salir bastante cara. Y no solo en pesos, sino en horas de arresto y, peor aún, en vidas que podrían perderse por una mala decisión.
El aumento de detenidos en comparación con el fin de semana anterior —33 arrestos contra los 69 más recientes— coincide con la entrada en vigor de la reforma al Reglamento de Policía y Vialidad, que desde el 16 de mayo redujo drásticamente los límites de tolerancia en la prueba del alcoholímetro. ¿La razón? Homologar con la Ley General de Movilidad y, sobre todo, prevenir tragedias innecesarias.
Jorge Pérez Malacara, coordinador del operativo, fue tajante, “No se trata de recaudar, se trata de prevenir. El objetivo es claro, sacar de circulación a quienes conducen bajo los efectos del alcohol”. Y vaya que lo lograron. De más de 2 mil pruebas aplicadas, 126 personas dieron positivo y 69 fueron directamente a pasar 20 horitas pensando en sus decisiones.
La nueva norma establece que los conductores de autos particulares no deben rebasar los 0.25 miligramos por litro de aire espirado. Para motociclistas, el tope es de 0.10. Y si manejas un taxi o transporte por aplicación… olvídalo, ni una gota de tolerancia.
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El señor Antonio, quien acudió al lugar tras la detención de un familiar, lo dijo sin rodeos, “Está bien que los encierren 24 horas, es la única forma de que entiendan. Si van a tomar, que no manejen. Así de simple”. Sentido común que a muchos les falta cuando la ebriedad les nubla el juicio.
Entre los arrestados, 58 fueron hombres y 11 mujeres. También se detuvo a 6 motociclistas y 2 choferes de transporte ejecutivo. El resto iba en auto particular, creyendo que nada pasaría. Pero pasó.
